Actitud y Responsabilidad del uso de agua

La actitud y conducta responsable en el uso cotidiano del agua, parece una frase sencilla, sin embargo, debemos comprender lo que significa en realidad. Remitámonos a las definiciones, para ello tenemos que Allport define a la actitud como “un estado de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo directivo dinámico en la respuesta del individuo a toda clase de objetos y situaciones” (Allport, 1935, en Martín-Baró, 1988). Entonces de ello podemos concluir que nuestra actitud es nuestra forma de responder a ciertas situaciones.

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, “la responsabilidad es la capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente”, por lo que el responsable está obligado a responder de sus actos o a responder de alguna cosa, su etimología latín respondeo, es decir, responder, significa contestar a esto.

Así que nos enfocaremos en cómo es nuestra actitud ante el uso del agua y cómo respondemos en el cuidado de ella (figura 1 ).

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¿Por qué la actitud y conducta responsable en el uso cotidiano del agua?

En primer lugar, recordemos que el comportamiento del ser humano desde que existe ha tenido influencia en el medio ambiente y sus recursos naturales. Sobre todo, esto incluye al agua.

Tal vez te preguntarás ¿qué tanto influimos en la existencia y calidad del agua que consumimos diariamente?, o ¿por qué es necesario el consumo de agua en el ser humano?, pero en realidad mucho más de lo que te imaginas.

Veamos algunos puntos importantes.

El ser humano, en promedio incorpora diariamente alrededor de 2 300 mililitros de agua (excreción y balance de agua, 2000). El equilibrio hídrico del humano se da cuando la cantidad total de agua perdida es igual a la cantidad de agua obtenida por medio de los alimentos y la obtenida de la oxidación de moléculas de los alimentos. (figura 2) (excreción y balance de agua, 2000).

El uso del agua se relaciona con la prosperidad e influye en la economía de la sociedad (figura 3). Ya que sin agua no serían posibles los procesos industriales, y diversas actividades económicas. (Tapia, 2007)

Es necesaria para cocinar, lavar y mantener nuestra higiene personal. Imagina como podrías lavar tu verdura para preparar tus alimentos o cómo podrías mantenerte limpio.

Su uso está relacionado con la elaboración de productos que consumimos día con día, por ejemplo:
Alimentos
Productos de uso médico
Productos de Botiquín
Bebidas, como refrescos, jugos
Entre otros productos (figura 4).

En consecuencia, todas estas acciones se verían afectadas si no tenemos una actitud y conducta responsable en el uso cotidiano del agua. ¿Te imaginas cómo realizarías todas estas actividades básicas e importantes?