Filtros de agua: tipos, instalación y mantenimiento

A lo largo de los años realizando mantenimiento de cisternas, tinacos y sistemas hidraúlicos, nos hemos encontrado con todo tipo de instalaciones de filtros de agua: desde sistemas muy bien hechos que funcionan excelente, hasta instalaciones que contaminan más de lo que protegen.

En esta guía práctica reunimos los puntos más importantes que debes considerar al momento de elegir, instalar y dar mantenimiento a un filtro de agua, con base en nuestra experiencia real.

¿Cómo saber qué filtro de agua necesito?

Elegir el mejor filtro de agua para casa depende de dos factores principales: el tipo de agua que recibes y el uso que le darás al agua filtrada. No existe un solo filtro ideal para todos los hogares, pero con base en nuestra experiencia en campo, te compartimos una guía clara para que puedas tomar la mejor decisión.

1. Observa la calidad del agua que recibes: el primer paso es analizar el estado del agua que llega a tu domicilio.

• Agua clara o cristalina: si no contiene sedimentos visibles, puedes optar por un filtro de celulosa plisada, ya que este tipo de filtro atrapa impurezas pequeñas y mantiene buena presión.
• Agua con tierra, óxido o sedimentos gruesos: en este caso necesitas un filtro de discos lavables, debido a que su estructura retiene partículas más grandes y puede lavarse varias veces sin perder eficacia.
• Agua con mal olor, sabor a cloro o sarro: para este tipo de agua te recomendamos un filtro purificador, como por ejemplo un filtro de carbón activado, de resinas o UV, ya que mejoran las condiciones microbiológicas del agua.

2. Considera el uso del agua filtrada

No todos los filtros cumplen la misma función. Pregúntate:

¿El agua es para almacenar en una cisterna o tinaco?
En ese caso instala un filtro de sedimentos, ya sea de celulosa o de discos, para evitar que el agua sucia contamine tus depósitos.

O, ¿El agua es para beber?
Para que el agua sea segura para beber, entonces necesitarás un filtro purificador, que puede ser de carbón activado, ósmosis inversa, luz UV u ozono, dependiendo de tu presupuesto y la calidad del agua.

¿Quieres un sistema completo?
Entonces lo ideal es combinar ambos tipos: un filtro de sedimentos para proteger tu sistema hidráulico y un filtro purificador en el punto de consumo (por ejemplo, en la cocina) para poder beber el agua filtrada.

3. Evalúa tu capacidad de mantenimiento

No olvides considerar el mantenimiento:

• Si prefieres no cambiar los cartuchos seguido, elige filtros de discos lavables.
• Si buscas una opción más económica y accesible, los filtros plisados son fáciles de conseguir, así como sus repuestos.
• Toma en cuenta que los filtros purificadores requieren mantenimiento constante, sobre todo los de osmosis o UV.

¿Qué tipos de filtros de agua existen?

Es importante entender que no todos los filtros de agua son iguales, ni sirven para lo mismo.
En general, hay dos grandes tipos:

1. Filtros de sedimentos, o de primer paso: están diseñados para retener partículas sólidas como tierra, lodo, arena o sedimentos que llegan desde la red pública, pozo o pipa; por lo que son ideales para ser la primera barrera de tu instalación hidráulica.

Dentro de esta categoría se encuentran:

• Los filtros de celulosa plisada: tienen forma de acordeón y deben cambiarse periódicamente.
• Y los filtros de discos lavables: permiten su limpieza sin reemplazo frecuente, por lo que son excelentes en zonas con alto contenido de sedimentos o con agua muy turbia.

2. Filtros purificadores de agua: se utilizan después del filtro de primer paso, para mejorar la calidad química y microbiológica del agua. Se dividen en:

• Filtro de carbón activado: sirve para purificar el agua, así como para eliminar olores, cloro y mejorar el sabor del agua. Pero no retiene partículas grandes ni elimina bacterias por sí solo.
• Filtro de resinas iónicas: además de purificar el agua también reduce minerals como el sarro o carbonato de calcio. La desventaja de este tipo de filtro es que require reemplazo frecuente.
• Filtro de ósmosis inversa: purifica profundamente, elimina sales, metales y contaminentes; sin embargo, es más costoso y requiere instalación técnica.
• Filtro de luz ultravioleta o sistemas con ozono: elimina bacterias y virus de forma segura, pero no retiene sedimentos ni mejora el sabor u olor del agua.

¿Cómo instalar un filtro de agua?

Te compartimos el método que hemos identificado a lo largo de cientos de instalaciones:

1. Coloca el filtro en la entrada del agua, nunca en la salida del tinaco.
2. Evita lugares inaccesibles o peligrosos, como bordes de azoteas o cisternas profundas.
3. Usa materiales adecuados: tuberías resistentes a la intemperie y vasos opacos (nunca transparentes).
4. Instálalo en posición vertical, respetando la dirección del flujo.
5. Si puedes, usa tuercas unión para facilitar el mantenimiento.
6. Nunca uses un filtro purificador sin antes colocar un filtro de primer paso.

¿Cómo darle mantenimiento a los filtros de agua?

El mantenimiento de un filtro de agua doméstico depende del tipo de filtro que tengas. Te decimos el tipo de mantenimiento para cada uno:

• filtros de celulosa plisada: no están hechos para lavarse, por lo que deben cambiarse cada mes o cada 3 meses, dependiendo de la calidad del agua que observes. Solo en casos específicos, como que el agua no sea para consumo humano, si no para riego o captación de agua de lluvia, puede lavarse.
• Filtros de discos lavables: este tipo de filtro no tiene repuestos, por lo que sí es apto para lavarse, siempre y cuando sea con presión de agua controlada.

Tip Luckyclean: no olvides lavar tu tinaco y cisterna regularmente, revisar que no haya fugas en tu instalación; que las válvulas de tu cisterna y tinaco estén en buen estado y que el sello del filtro no este dañádo. De esta manera te aseguras que el agua de tu hogar o negocio sea limpia y segura.  

¿Cuándo cambiar o reemplazar tu filtro de agua?

Cambiar tu filtro de agua depende de varios factores, principalmente del tipo de filtro instalado y del nivel de suciedad del agua. Un mantenimiento adecuado te ayudará a mantener el filtro en buen estado y a asegurar su funcionamiento.

Si el agua de tu inmueble es cristalina y limpia y tienes un filtro plisado, puedes reemplazarlo cada 12 meses. En cambio, si cuentas con un filtro de discos lavables, deberás lavarlo cada 6 meses, ya que este tipo de filtro no necesita repuestos.

Si el agua es medianamente turbia y cuentas con un filtro de celulosa, cambia el cartucho cada 6 meses. Por otro lado, si tienes instalado un filtro de discos lavables lávalo cada 3 meses.

Pero si el agua de tu hogar es muy turbia, entonces mejor cambia tu filtro plisado por uno de discos lavables, para que no gastes demasiado en repuestos, además de que este tipo de filtro te permite lavarlo cada semana o cada 15 días, según la suciedad del agua que percibas.

Preguntas frecuentes sobre filtros de agua

Un solo filtro no basta si quieres agua realmente limpia y segura, la combinación ideal es instalar un filtro de sedimentos para proteger tu sistema y un filtro purificador para garantizar la calidad del agua. Pero sin mantenimiento integral, no funcionarán como deberían. Recuerda que cuidar tu instalación hidraúlica es cuidar tu salud.

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